Diferencias entre inducción y vitrocerámica

Guillermo Molina
Guillermo Molina

Si estás a punto de armar tu cocina y no sabes cuál es la mejor opción para cocinar, seguramente te interesará leer este artículo. Comprar los electrodomésticos que vas a usar en tu cocina no suele ser tan complicado, hasta que tienes que elegir qué tipo de cocina se adapta mejor. Ahí cambia un poco el panorama. 

Hay quienes prefieren la opción de siempre: cocina a gas, bien sea por el espacio disponible o porque sencillamente les va mejor una opción clásica. Algunos incluso aseguran que elegir otro tipo de cocina significa renunciar al buen sabor. Una opinión bastante subjetiva, claro está. 

Sin embargo, las cocinas más utilizadas en los últimos años son las que utilizan placas de inducción o vitrocerámica, pero, ¿realmente sabemos en qué se diferencia una de la otra? Antes de comprar alguna de las dos, es necesario saber cómo funciona cada una y cuáles son las ventajas que ofrecen. Conocer a fondo sus características nos permitirá saber cuál es la que mejor se adapta a nuestro hogar. 

Presta atención al análisis que vamos a presentarte a continuación. En él abordamos las principales diferencias entre las placas de inducción y las vitrocerámicas. Toma nota de la tecnología de calentamiento de cada una y sabrás cual es la más conveniente para ti. ¡Vamos!

Qué es una placa de inducción y cómo funciona

Si bien las cocinas de inducción fueron creadas hace muchos años, la demanda hasta hace poco había sido muy discreta en España y en Europa en general. Sin embargo, desde hace algunos años se han convertido en una de las primeras opciones para la cocina de los españoles. Esta preferencia se debe al hecho de que no solo son más seguras, también más eficientes

Vemos unas placas de inducción y pensamos que no tenemos ni la mejor idea de cómo pudiera funcionar, parece algo demasiado complicado de entender, pero en realidad su estructura es muy sencilla y su tecnología de funcionamiento está diseñada utilizando la física básica. No hay que ser un genio para pillar cómo va.

Se trata de un núcleo ferromagnético que es el encargado de crear un campo electromagnético. Hablando de una forma tangible, nos referimos a un hilo de cobre de gran grosor, al que se le suministra electricidad. Una vez que ha sido creado este campo electromagnético en la bobina de cobre de la cocina, estamos ante la presencia de un electroimán, nombre que recibe este fenómeno físico. 

Estando activo el campo electromagnético, sólo necesitamos del segundo elemento: el sartén. Es importante aclarar que el sartén debe estar fabricado con un material magnético, de lo contrario, la cocina no podrá calentarlo. Habiendo acercado el satén a la cocina, comienza a hacer contacto con el campo electromagnético y, por consiguiente, empezará a calentarse. 

¿Lo has pillado? Esto significa que la cocina en sí nunca estará caliente, aun estando encendida. La razón es porque necesita de una placa magnética para que pueda producir calor. Lo que significa que la cocina puede estar encendida y puedes colocar tu mano sobre ella y no pasará nada, a menos que tus manos sean de hierro, cosa que es imposible en el mundo real.

Algunos prefieren este tipo de cocinas por la gran seguridad que implica, especialmente para las familias que tienen niños en el hogar.

Si por alguna razón olvidaste apagar la cocina, no hay de qué preocuparse, no existe riesgo alguno de que pueda quemarse. Solo debes asegurarte de que no hayas dejado también la sartén sobre ella.

Otro de los atractivos más importantes de la cocina de inducción tiene que ver con el consumo. Resulta que al no haber inercia, existe una menor pérdida de calor debido a que la superficie de la cocina no es calentada, solo el recipiente. Esto significa un gran ahorro, ya que el 85% del calor generado es aprovechado.

Qué es una placa de vitrocerámica y cómo funciona

A ver, abordaremos el tema de la manera más sencilla posible. Aunque no se necesita hacer un gran esfuerzo para entenderlo, ya que las cocinas con placas de vitrocerámica están fabricadas prácticamente de la misma manera que las típicas cocinas eléctricas que ya conocemos. 

La placa consiste en una superficie lisa fabricada con cerámica vitrificada. Las características de este material permiten que tenga una gran resistencia al calor, pero a la vez una gran capacidad para transmitirlo. Debajo de esta placa de vitrocerámica están ubicadas unas resistencias circulares que cumplen la función de un fogón. 

Estas resistencias son accionadas generalmente por un botón y son alimentadas a través de corriente eléctrica. Una vez que comienzan a calentarse, transmiten el calor generado a la superficie, es decir, a la placa de vitrocerámica. Lógicamente el calor transmitido a la placa, posteriormente será transferido a la olla o sartén que decidamos colocar sobre ella. 

El calor generado por las resistencias en la mayoría de los casos puede ser regulado manualmente en unos botones dactilares contenidos en la parte inferior de la placa. De esta manera podrá ajustar la temperatura de acuerdo al tipo de alimentos que necesita cocinar. 

Muchas personas prefieren la cocina de vitrocerámica por encima de la de inducción, ya que admite básicamente cualquier tipo de ollas, no necesita de ningún material específico para poder calentar. Pero de la misma manera que es preferida por muchos, también es rechazada por otros, pues su consumo no es el más reducido debido al gran consumo que generan las resistencias.

Las cocinas de vitrocerámica cuentan con un sistema de seguridad especial que consiste en unos botones que bloquean el encendido y, después que la cocina ha dejado de funcionar, los mismos botones alertan que la cocina aún está a altas temperaturas, evitando así riesgos de quemaduras por contacto.

Hay personas que argumentan que las cocinas de vitrocerámica cuentan con un período de vida útil que no es el más ideal. Por lo general este tipo de opiniones tiene más que ver con el mal cuidado que se les provee que con la cocina como tal.

Basta con tener conocimiento de algunos consejos básicos para extender al máximo el tiempo de vida útil de la cocina. 

No es recomendable utilizar ollas o sartenes cuyo fondo sea irregular. Lo más adecuado es utilizar recipientes de fondo liso. Por otro lado, al momento de su limpieza, no se recomienda aplicar productos químicos como quitamanchas o limpiador de vidrio. Un trapo paño húmedo será suficiente.

Diferencias entre placas de inducción y vitrocerámica

Habiendo estudiado ya lo que es y cómo funciona cada una de las placas, seréis capaces de identificar las diferencias que pueden observarse entre ellas, pero no está demás hacer un resumen de las principales y más importantes diferencias con respecto al modo de funcionamiento.

1. Forma de generar calor

Mientras que en las placas de vitrocerámica el calor se genera a través de varias resistencias eléctricas que son alimentadas por corriente eléctrica, en las placas de inducción el calor es generado directamente en la olla o sartén de material magnético mediante la creación de un campo electromagnético. 

Esto significa que en la cocina de vitrocerámica, las resistencias transfieren el calor a la placa. En cambio, en la cocina de inducción, la placa no es calentada, sino que el recipiente genera su propio calor al entrar al campo electromagnético generado por la bobina de cobre. 

2. Velocidad de calentamiento

La cocina de inducción produce un calentamiento casi inmediato, mientras que en la cocina de vitrocerámica el calentamiento se da de una manera más progresiva. Pero esto no significa que la diferencia sea exagerada, ya que las resistencias pueden calentarse con bastante rapidez. La diferencia entre ambas con respecto a la rapidez de calentamiento es pequeña.

3. Consumo

Una característica que favorece ampliamente a las placas de inducción. Una cocina de vitrocerámica puede llegar a consumir de 1200 a 2500 W por hora, mientras que la cocina de inducción consume de 840 a 1750 W en el mismo lapso de tiempo. 

4. Nivel de seguridad

Como ya hemos mencionado un par de veces, en la cocina de inducción las placas no son calentadas bajo ninguna circunstancia. No así en las cocinas de vitrocerámica, donde las placas son calentadas a muy altas temperaturas. Por lo tanto, el riesgo de quemaduras es mucho más alto en estas últimas. 

5. Tipo de recipiente

La cocina de vitrocerámica admite prácticamente cualquier tipo de recipiente adecuado para la cocción. En las cocinas de inducción obligatoriamente se debe contar con un recipiente de material magnético para que pueda calentarse. 

6. Facilidad de limpieza

La superficie de las placas de inducción siempre están a bajas temperaturas, por lo que no se necesita esperar para poder limpiarlas. Sucede lo contrario en las cocinas de vitrocerámica, que al alcanzar tan altas temperaturas, hace necesario esperar que disminuya para proceder con la limpieza.

¿Qué es mejor vitrocerámica o inducción?

No existe una única respuesta a esta interrogante, todo va a depender de la necesidad que tengas en tu hogar y la alternativa que resulte más conveniente para suplirla. Seguramente después de haber estudiado las diferencias que existen entre ellas, podrás determinar cuál es la más adecuada para tu hogar. 

Primero hay que mencionar que ambos modelos pueden darte una cocción de calidad. No creas en los mitos que dicen que alguna de las dos permite dar un mejor sabor a las comidas.

Cada una tiene sus propias características que la hacen destacar por encima de la otra, como es el caso del precio. Las cocinas de inducción son un poco más costosas que las vitrocerámicas.

Si no cuentas con un gran presupuesto, no pasa nada, puedes comprar una cocina vitrocerámica y la calidad de cocción será la misma.

Por otro lado, si tienes una familia numerosa que incluye varios niños, lo más conveniente es que decidas comprar una cocina de inducción, ya que resulta mucho más segura

Finalmente, si tu intención es ahorrar unos cuantos euros en la factura mensual del servicio eléctrico, lógicamente la opción ideal es una cocina de inducción. Es por ello que en lugar de tratar de responder cuál cocina es mejor que otra, lo más correcto sería preguntar cuál es la que más conviene partiendo de la necesidad que hay en el hogar.