Mi frigorífico Bosch no enfría: posibles causas y soluciones
Bosch es una de las principales marcas de electrodomésticos del mercado. No en vano cuenta con unos buenos estándares de calidad, pero cuando hablamos de menaje electrónico siempre es posible que existan cierto tipo de problemas de distinta índole.
Las neveras son dispositivos muy sensibles que siempre están en funcionamiento y son susceptibles a los cambios de temperatura. No es de extrañar que con tanto uso algunas dejen de enfriar. Sin embargo, puede deberse a diversos motivos. Desde roturas pequeñas hasta falta de mantenimiento éstos pueden ser algunos de los motivos que acortan la vida de nuestro aparato. Por suerte, son fácilmente solucionables.
En el caso de que tu frigorífico Bosch haya dejado de enfriar es posible que se deba a alguna de estas causas:
1. Rotura del termostato
Comprobar el sonido de la nevera puede ser muy molesto, pero también importante, ya que si no escuchamos nada es probable que el termostato se haya estropeado. Esto quiere decir que el sistema encargado de mantener la temperatura no funciona y los alimentos no están siendo preservados.
¿Por qué no funciona el termostato?
El termostato es el encargado de encender y apagar el compresor de la nevera que se encarga de que el frío se reparta de una manera generalizada. Puede darse el caso de que éste no se encienda, lo que derivaría en un aumento de la temperatura o al revés, que no se apague enfriando demasiado los alimentos.
Posible solución de la avería del termostato
Podemos cambiar el termostato. Para ello, primero tenemos que comprobar a ciencia cierta que no funciona. Si lo ponemos en el valor más frío y el sonido del compresor no salta significa que alguna de las dos piezas está rota. Para verificar que es el compresor, podemos desmontarlo y ver si el dispositivo sigue transmitiendo corriente mediante un tester. Si el resultado es negativo, entonces el problema está en esta pieza.
Por suerte, podemos reemplazarlo siguiendo los siguientes pasos:
- Desenchufar la nevera.
- Desmontar la cajetilla del termostato.
- Extraer la sonda del termostato atendiendo a la disposición de los cables.
- Reemplázalo por el nuevo introduciendo de nuevo la sonda y los cables de forma correcta.
- Atornilla el cajetín y comprueba que todo funciona correctamente.
2. Fallos técnicos
Una nevera cuenta con muchas piezas muy sensibles que pueden estar sujetas a averías como puede ser el compresor, la placa eléctrica o el ventilador. Cada una de ellas cuentan con una función muy específica y la rotura de alguna afecta al sistema entero. Lo primero es identificar dónde está el fallo.
¿Qué tipo de fallos técnicos pueden darse en las neveras Bosch?
Entre los fallos técnicos más comunes encontramos una rotura del compresor, del motor o una fuga de gas.
Posibles soluciones para las averías técnicas
Compresor: si percibimos que la temperatura es demasiado alta y el ventilador tiene más actividad de lo que debería es posible un fallo en esta pieza. Primero, es recomendable descartar que no sean fallos más pequeños como el termostato, una puerta mal cerrada o exceso de hielo.
Esta es una reparación compleja, pero, en el caso de que queramos cambiar nosotros mismos la pieza, primero tenemos que asegurarnos de vaciar de gas la nevera. Después habrá que cambiar el filtro deshidratante y poner el nuevo compresor que va soldado. Se debe introducir nitrógeno y comprobar que no hay fugas de gas. Luego, tenemos que hacer un vaciado del sistema a través de una bomba y por último, añadir el gas refrigerante necesario. Como podéis ver, esta reparación requiere de conocimientos avanzados.
Fuga de gas: la fuga de gas se produce cuando las tuberías que van hasta el compresor se rompen o desgastan. Si tenemos una avería de este tipo se puede reconocer por el olor o comprobando si la tubería que conduce al compresor sufre alguna modificación en la temperatura. Si se calienta entonces es que está funcionando correctamente. También podemos comprobarlo desconectando la nevera y usando jabón y agua. Si se producen burbujas es que hay fuga.
Lo recomendable para esta avería es llamar a un técnico especializado, pero en el caso de que queramos hacerlo nosotros, primero tendríamos que vaciar de gas la nevera, cambiar los conductos dañados y volver a llenarla.
3. La fuente de alimentación
No sería la primera vez que con algún movimiento el cable que conecta las neveras Bosch a la luz se haya desprendido, así que antes de pensar en un problema mayor, es recomendable comprobar que esté todo bien conectado.
¿Por qué no funciona la fuente de alimentación de mi nevera Bosch?
El sistema de cableado de la nevera es muy sensible y es posible que algún dispositivo se haya quemado. Otra opción es que el enchufe que usamos haya dejado de funcionar. Sobre todo en periodos vacacionales la inactividad del aparato puede hacer que su funcionamiento se resienta.
Posibles soluciones en la avería de la fuente de alimentación
Primero tendremos que comprobar que el fallo no es del enchufe y conectar el refrigerador en otro distinto. Si el problema persiste, el cable de alimentación es reemplazable y solo tenemos que asegurarnos de pedir el modelo correcto, ya que no todos sirven.
Si con el cable nuevo el refrigerador todavía no funciona entonces la reparación es de una envergadura mayor.
4. Falta de ventilación
Puede ocurrir que la nevera esté demasiado llena obstruyendo las salidas de aire y que esto provoque que el ciclo de aire frío no tenga movimiento.
¿Por qué es importante vigilar la ventilación?
El refrigerador cuenta con un sistema principal de ventilación que se encarga de que este no adquiera demasiada temperatura durante su funcionamiento. Sin embargo, también encontramos un sistema interno que hace que el aire frío se renueve y se esparza de manera general.
¿Cómo podemos solucionar la avería relacionada con la ventilación?
Si colocamos todos los alimentos ordenados conseguiremos que la temperatura y la humedad sean mucho más estables. Para ello, podemos ver fácilmente donde se encuentran los respiraderos en el interior de la nevera. Los frigoríficos Bosch cuenta con la tecnología VitaFresh permite tener todos los alimentos mucho más organizados por tipos evitando aglomeraciones.
En el caso de ser un problema del ventilador, tendremos que comprobar en nuestra nevera si la parte trasera del aparato funciona y reemplazarlo por uno nuevo en el caso de inactividad.
Otro problema puede ser también el exceso de hielo si la nevera no cuenta con la tecnología No Frost. En ese caso, tendremos que eliminar todo el excedente para que los ciclos vuelvan a la normalidad. Este tipo de mantenimientos son necesarios si queremos que nuestro aparato funcione en correctas condiciones.
5. La temperatura no está regulada
¿Cuál es la temperatura adecuada para nuestra nevera Bosch? Es un problema muy común que no reparemos en los grados a los que se encuentra nuestro electrodoméstico. Hay que tener en cuenta que factores como la temperatura ambiente pueden influir en el proceso de enfriamiento. A cuanta menos temperatura más frío, pero también más consumo de luz. Por ello, no es extraño que mucha gente la tenga en parámetros más cálidos de los que debería. En otras ocasiones, la disposición de la nevera también es fundamental para que pueda cumplir su cometido y si la tenemos en zonas con demasiada exposición al calor puede afectar.
¿Por qué es importante tener la temperatura regulada?
La temperatura ambiente afecta al funcionamiento del electrodoméstico siendo recomendable que se encuentre en una zona apartada de una fuente de calor concreta. No solo hacemos que el refrigerador trabaje de más, sino que también provocamos que las piezas se resientan antes por los cambios de temperatura. También es importante mantener una temperatura interna recomendada por el fabricante para que funcione de manera estable.
¿Cómo puede solucionarse esta avería relacionada con la regulación?
Para un trabajo óptimo, en los frigoríficos Bosch se recomienda un rango entre los 2 y 4 grados centígrados. En neveras electrónicas la temperatura se puede regular directamente desde la pantalla táctil o, en caso de la marca, a través del sistema TouchControl. También hay que asegurarse de que la disposición del electrodoméstico se encuentre en una zona sin demasiado calor.
6. La puerta no cierra bien
Una de las averías más comunes, sobre todo si tienen varios años, es que la puerta comience a desgastarse, ya sea en la goma o en los soportes que la mantienen.
¿Por qué la puerta no cierra bien?
Con el uso, es común que la goma que sujeta la puerta al cerrarse se desprenda en algún punto o que ya no tenga la misma eficacia, ya que se encuentra expuesta a temperaturas muy bajas. Esto provoca que el frío se esparza en el ambiente y la nevera no haga su función correctamente.
Las bisagras que sostienen el peso de la puerta también dar de sí y no cumplir su cometido en correctas condiciones provocando fugas de frío entre sus rendijas.
¿Cómo podemos arreglar esta avería relacionada con la puerta?
Antes de llamar a un técnico, asegúrate de que ésta funciona correctamente, ya que en la gran mayoría de casos puede pasar desapercibido. Por suerte, muchos electrodomésticos actuales cuentan con un sistema de alarma que te avisa cuando la puerta se queda abierta, pero nunca está de más revisarlo por si el piloto se ha fundido. Por otra parte, si estamos abriéndola con mucha frecuencia también es posible que la temperatura esté constantemente sufriendo modificaciones.
¿Tienes problemas con tu frigorífico que no enfría pero no es de esta marca? Como no todas las marcas sufren el mismo problema ni se arreglan igual, te recomendamos que leas nuestras otras guías que hemos preparado: